Progresión Personal
El objetivo de la educación scout es formar personas
con un cierto estilo de vida, que está enmarcada por los valores expresados en la Ley Scout. Como ya vimos, en la Rama Lobatos
estos valores están contenidos en la Ley de la Manada.
Queremos que el escultismo que proponemos a los muchachos
sea un medio de desarrollo para cada uno -un medio de transformación de sí mismos- y que les dé la posibilidad de hacer opciones
personales con respecto a su estilo de vida.
No queremos decir con esto, que los lobatos deban
definir su vocación personal, pero debemos tener presente que a esto apunta la educación a la que apostamos: que cada uno
descubra su vocación, su propio lugar en el mundo.
La búsqueda de esta vocación es un proceso y una actitud
de la persona frente a la vida, que se va construyendo día tras día. Para el escultismo, la vocación es fundamentalmente servicio.
Es a través de la acción de cada uno -junto con los demás-, que se produce la transformación.
Los objetivos generales de la progresión en rama
lobatos son:
-
Incentivar al niño a ser
gestor de su propio crecimiento.
-
Motivar una progresiva
independencia y afirmación del lobato, invitándolo a asumir compromisos y responsabilidades.
-
Promover el descubrimiento
de la propuesta scout.
Características de este instrumento educativo
La progresión es personal
Esto implica que cada lobato/a es protagonista de
su propia progresión. Como educadores no podemos imponerla desde fuera sino que ésta surgirá de los dinamismos de la propia
persona. Cada uno debe proponerse metas a su medida, que representen un desafío, una dificultad a superar, pero que no desborden
las propias capacidades. La progresión personal lleva consigo tiempos y ritmos diferentes en cada lobato.
En este sentido, los educadores debemos conocer la
realidad de cada lobato, sus intereses y motivaciones, los ambientes y entornos sociales en los que se encuentra, las situaciones
que ha vivido o que está viviendo, en qué áreas progresa con facilidad, en cuáles tiene dificultades. La progresión de los
lobatos, dentro de los scouts no puede ser algo ajeno o separado de los otros ámbitos donde actúan los lobatos. Integrar su
familia, escuela, vida cotidiana a ese proceso de progresión personal es parte importante de los desafíos que se le plantean.
La progresión apunta a un desarrollo global de la
persona. Para ayudarnos en esta tarea, hacemos un análisis basado en 6 áreas (carácter, corporalidad, espiritualidad, sociabilidad,
afectividad y creatividad).
La progresión se desarrolla en el marco de una comunidad
La progresión que proponemos a los lobatos no es algo
que pueda lograrse individualmente, sino que es fundamentalmente en relación a un grupo humano, se desarrolla al interior
de ese grupo y se confronta con los demás integrantes.
Es en el marco de la Manada, que el lobato asume los
compromisos que lo invitan a crecer, donde da testimonio de sus opciones y asume los desafíos que él mismo se propone alcanzar.
La progresión de cada uno nos involucra a todos, somos entonces corresponsables de la progresión de cada uno.
Esto nos lleva a celebrar todos juntos los progresos
personales y comunitarios. Cada ceremonia de progresión es una fiesta de toda la Manada.
La progresión se desarrolla en función a un modelo
de persona
Proponemos a los lobatos ir descubriendo un estilo
de vida, un marco de valores; el desarrollo no se da en cualquier dirección.
Cuando los niños ingresan a la Manada, reciben una
propuesta clara de hacia dónde se dirige el grupo, que está dada por la Ley de la Manada. El desafío consiste en llevar esta
propuesta a acciones concretas: la manera como jugamos, cómo respondemos a una misión de seisena, etc.
Definimos tres elementos fundamentales de este modelo
de persona:
-
La libertad. Es decir, aprender a elegir, a optar, y para esto, aprender
a discernir. Que este camino de progresión ayude a cada uno a ser más libre.
-
La verdad. Aprender a actuar basándose en lo esencial: ser auténtico,
ser uno mismo. Aprender a ser más y no a tener más, ser una persona en la cual los demás puedan confiar.
-
El amor. Los conocimientos, habilidades, técnicas, tienen valor en
cuanto se ponen al servicio de los demás.
Etapas de la progresión personal
Podemos identificar diferentes momentos por los que
pasa una persona para llegar a ser realmente un factor activo en un grupo, que van desde situarse en él, es decir, descubrir
que el grupo no vive de cualquier manera sino que tiene sus exigencias y optar por adherir libremente a él o no, hasta convertirse
en responsable, junto con otros, de la vida del grupo, comprometido con los valores que allí se viven.
Esto se da como un proceso natural, independientemente
de las etapas que fijemos. Pero las etapas y ceremonias de progresión sirven como mojones en el camino, que entusiasman y
ayudan a avanzar. Especialmente los niños en edad de lobatos, por sus rasgos psicológicos, necesitan explicitar o exteriorizar
su progresión para poder visualizar sus avances. Es importante entonces, que existan gestos concretos que marquen el comienzo
y el fin de cada etapa.
El plan de progresión de la rama propone 4 etapas
fundamentales que los lobatos (si ingresan con 8 años) irán descubriendo y viviendo a lo largo de 3 años.